viernes, 1 de marzo de 2013

El americano - Henry James




Escribir una reseña sobre un libro del gran Henry James, no es para mí tarea fácil, es muy difícil estar a la altura de tan gran escritor y hacerle justicia a una de sus novelas. Pero lo voy a intentar, porque la novela en cuestión me encantó y porque Henry James, tío Henry para los amigos, en pocos años ha pasado a ser uno de mis escritores favoritos de todos los tiempos y dudo mucho que esto cambie.


El americano, como su título ya bien indica narra las peripecias, o quizá mejor dicho, experiencias de Christopher Newman, un americano treintañero, recién llegado a París. Christopher es un hombre hecho a sí mismo, que ha conseguido su inmensa fortuna gracias al esfuerzo de cada día. Y, ahora que ya puede vivir tranquilo sin preocupaciones económicas para el resto de su vida, decide emprender un viaje a Europa.

En Europa irá a la busca de conocimiento, de enriquecerse de las ciudades, del arte, de  la esencia europea. Se propone adquirir obras de arte para su hogar en el lejano Estados Unidos, hacer amistades y encontrar una esposa.

Newman es un hombre abierto a todo, su viaje empezará en Londres, pero será breve la estancia, ya que será en París donde encontrará experiencias que le marcarán por siempre.
Newman no sabe de clases sociales, ni de la clase noble, duques, marqueses, condes, algún que otro príncipe, está libre de prejuicios y encantado de conocer a esta clase de gente. Pero ellos, esos nobles franceses encorsetados en su antiguas y arcaicas tradiciones e ideas, no le pondrán el camino fácil. No se dejan deslumbrar por la riqueza que Newman les lleva, a pesar de estar muchos de ellos viviendo casi en la miseria y guardando las apariencias. No dejan de ser arrogantes y condescendientes.



Pero Newman no es esa clase de hombre que a la primera de cambio abandone la batalla, se enfrentará a ellos, siempre con una sonrisa, algo que les desconcertará:

“-Vaya, no es usted noble, por ejemplo - dijo.
-¡Que me aspen si no lo soy!
-Ah -dijo Bellegarde, un poco más serio-, no sabía que tuviese usted un título.
-¿Un título? ¿A qué se refiere con un título? -preguntó Newman-. ¿Un conde, un duque, un marqués? No sé nada de eso, no sé quién lo es y quién no. Pero digo que soy noble. No sé con exactitud a qué se refiere usted con ello, pero es una palabra hermosa y una hermosa idea; la reclamo para mí.”

En esta novela a parte de Newman, nos encontramos una serie de personajes muy interesantes, desde Noémie, una señorita de "baja clase" pero con muchas aspiraciones, hasta una de las marquesas más estiradas e intransigentes de todo París, Mme. de Bellegarde, que junto a su hijo primogénito, hará todo lo imposible por impedir la boda de su hija Claire con Newman.

Y ya no puedo decir más, sino que el tío Henry, sin ir nunca directo al grano, nos lleva de la mano y nos describe un mundo irrepetible, una historia que hasta la última frase no se adivina cómo terminará.



2 comentarios:

  1. Querida Ashling, no sabía que tenías blog y buscando sobre un libro de Willa Cather te he encontrado a ti jeje.
    Qué puedo decir de este libro, es uno de mis libros de cabecera, me enamoré del Newman del libro y me uní para siempre a tío Henry gracias a él.

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  2. Oh, Becky, qué bueno verte por aqui, qué sorpresa. Lo del blog es algo que no lo voy contando la verdad, pero cuando recibo visitas de gente tan querida me alegras el día, jeje. Si,qué te voy a decir yo a tí del tío Henry, si eres su fan número uno, o casi. A ver si pronto leo otra novela suya, que aún me quedan muchas.
    ¡Un beso!

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