Muerte y juicio es el cuarto libro de la serie policíaca protagonizada por el comisario Guido Brunetti, y que se ubica en Venecia.
Desde hace varios meses estoy leyendo, por orden, los libros de la serie, aunque solo he leído cuatro de los creo que casi veinte que se han publicado. Me gustaría poder leerlos más seguidos, pero como también me apetecen otras lecturas se va posponiendo.
Quien espere de esta saga unos casos criminales ambiciosos y llenos de suspense, ha escogido mal. Claro que siempre hay un caso de asesinato que el comisario Brunetti tiene que esclarecer, pero esa es para mí solo una de las excusas de la autora, para con cada nuevo libro hacer una crítica social de un tema u otro. Inmigración, corrupción, tráfico humano, drogas, política... una larga lista de aspectos negativos de la sociedad italiana, que se puede hacer extensiva a muchos otros países.
Es bien sabido que Donna Leon, no ha querido nunca que sus libros se traduzcan al italiano, no quiere que los italianos la lean y lean sus críticas. No es lo mismo criticar uno mismo tu propio país, a que lo haga un extranjero. Pero Donna Leon vive en Venecia desde hace más de veinte años y no sé yo si ya a estas alturas se considerará más italiana que norte americana.
Pero volviendo al libro, para mí la otra excusa de la autora, a parte de la crítica social, es que nos deja entrar en el mundo de Guido Brunetti, algo que a mí es lo que más me gusta de todo. Brunetti es un hombre cercano a los cincuenta años -diría yo-, casado felizmente desde hace muchos años con Paola, con quien tiene dos hijos, Raffi y Chiara, ambos adolescentes. Otros dos miembros de la familia son los padres de Paola, pertenecientes a la nobleza italiana con mucho pedigrí y dinero.
En el aspecto laboral de Brunetti, al principio me sorprendió que trabajara solo, es decir, que no tuviera un compañero con quien realizar las investigaciones, interrogatorios, etc., pero rápidamente te acostumbras. Brunetti tiene que lidiar a menudo con su superior, el vicequesttore Patta, un hombre con muchos humos, aires de grandeza y a veces bastante tonto, pero Brunetti siempre sabe al final, salirse con la suya.
Mi próxima cita con Brunetti será con Acqua Alta, espero descubrir muchas cosas más sobre su vida íntima y personal.
Hola Ashling,
ResponderEliminarLeí el primero de la serie hace años y, aunque no me encantó, sí salvé algunas cosas del libro, como la imagen de esa Venecia tan oscura y el personaje gris, anodino, que parece Brunetti.
Me gusta más la dureza de Ellroy o Hammet, pero me pareció una lectura de transición aceptable.
Un beso ;)
Hola Gabriel, qué sorpresa tan bonita. :-)
ResponderEliminarDe Brunetti se podría decir también que es un personaje melancólico. Tampoco te diré que te animes a leer otro caso porque estoy segura de que no te gustará, jaja.
Un beso :)
¡Hola, Ashling! Curioso que Donna Leon no quiera ver sus obras traducidas al italiano, no se puede tapar el sol con un dedo, seguro que sus críticas a la sociedad han trascendido...
ResponderEliminarMuy interesante la reseña, siempre he preferido leer sobre aspectos familiares o sociales al suspense.
La versión que más se escucha es que no quiere que se traduzcan para así preservar su intimidad, pero la otra razón me parece más creíble.
ResponderEliminarÉste desde luego ha sido en cuanto a la trama criminal, el más flojo de todos, pero lo acabé contenta, por eso que hablamos, la familia, los aspectos sociales, además, que me doy un paseo por Venecia cada vez, impagable, jaja.:-)
Hola, Andromeda. :-) Un beso.