viernes, 14 de junio de 2013

Imperio - Steven Saylor




Imperio es la segunda parte de Roma, novela histórica, que a través de una familia, los Pinario, va relatando los acontecimientos y tradiciones, además de personajes, más importantes desde la creación de Roma.


Si el primer libro termina con el asesinato de Julio César y el auge de Augusto, el primer emperador, con el consabido fin de la República y el nacimiento del Imperio, en Imperio, el autor te lleva a través de seiscientas páginas a los reinados de los primeros emperadores.

Empezando por los últimos años de Augusto (27a.C. - 14 d. C.), y siguiendo con Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón, con él termina el poder de la familia de los Julio-Claudio. A continuación y en el período de un año , tendremos a cuatro emperadores que reinaron en esos doce meses. La posterior llegada de la familia de los Flavio, que dió tres emperadores, Vespasiano, Tito, y Domiciano; luego vino Nerva, y finalmente los famosos Trajano y sobretodo Adriano.

Los Pinario son una familia patricia, es decir, de la nobleza, que a lo largo de los siglos ha tenido muchos altibajos, de ser respetada por su antigüedad a tener que exiliarse en el extranjero. Ha tenido muchos senadores, pero también ha caído en desgracia por ser  afin o mantener una estrecha amistad con algún político que sufrió el escarnio público por sus faltas y/o crímenes.

Como narra al principio de la novela, todo comienza con el exilio de Lucio Pinario junto a su esposa e hijos pequeños a Egipto, y que por la gracia de un primo, el futuro emperador Claudio, después de décadas en el extranjero, y su buena influencia en Calígula, su sobrino, podrán volver a su Roma querida.

Los hijos de Lucio, los gemelos Kaeso y Tito, vuelven a Roma casados, y con muchas esperanzas e ilusiones.
Sus vidas tomarán rumbos muy diferentes, y así los Pinario volverán a ser poderosos y respetados. Sus vidas y las de sus descendientes, irán paralelas a los diferentes acontecimientos políticos, geográficos, sociales...

Es una lectura muy fluída y amena, ideal para quien tenga pocos conocimientos sobre aquélla época, pero también para recordar ciertos personajes y momentos.

Creo que con la primera parte, Roma, el autor cometió el error de en poco más de novecientas páginas, englosar siglos de historia sin poder profundizar. Pero luego, en Imperio, en la nota final aclara que lamentablemente no existen muchos escritos sobre la época incluso anterior a la República, cuando todavía Roma tenía reyes, con lo cual era difícil para él poder recrearse más en ésa época.

Con Imperio ha resarcido la decepción de muchos lectores.


No hay comentarios:

Publicar un comentario