lunes, 27 de marzo de 2017

Nuestras calles, de Alessandra Lavagnino


Me encanta leer literatura italiana, y si descubro autores nuevos, y me gusta, pues aún mejor. Aunque con esta obra me he llevado un pelín de decepción, no sé, me esperaba mucho más.


El título, Nuestras calles, se refiere claramente a las calles de Roma, y son exactamente las calles que recorre nuestra protagonista, Marzia.

Marzia vive junto a su madre viuda, su madre es abogada y su despacho está en el mismo piso donde viven. Ahí, desde su infancia, Marzia ve entrar y salir a los clientes de su madre, a veces con el salón lleno de gente esperando su turno. La madre de Marzia, Anna, no es una madre al uso, cariñosa, abnegada, ama de casa, para ella lo que realmente tiene prioridad es su trabajo, su profesión, la abogacía. La autora, de una manera velada, nos hace entender que Anna mediante la abogacía, lucha contra el fascismo, y como tal, espera que su hija Marzia, siga sus pasos, se haga abogada y herede su despacho. No tiene tiempo para ser cariñosa con su hija y siempre le habla haciéndole reproches.

Por momentos, el personaje de Anna se me hizo insoportable, ¿cómo es posible que una madre trate a su única hija de esta manera tan despreciativa? Marzia, afortunadamente, no se dejará doblegar por la voluntad de su madre, y seguirá su camino, a pesar de saber lo infeliz que hará con ello a su madre.

Es la primera novela que he leído de esta autora, y seguro que no la última. En castellano tiene por lo menos uno, Un granizado de café con nata, también con la editorial Errata naturae.

2 comentarios:

  1. El tema es muy interesante, tanto en general como en el asunto particular entre madre e hija. Lástima que no te pudo satisfacer del todo, a mí siempre me pasa, salvo con algunos autores.

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  2. Pero fíjate que aunque no acabó de llenarme, han pasado por lo menos cuatro semanas, y recuerdo muy bien a madre e hija, al final sí que me dejó más huella de lo que pensaba.

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