Un otoño romano, de Javier Reverte

Esta ha sido mi primera incursión en la obra de Javier Reverte. Autor y periodista, en cuya vasta obra predomina los libros de viajes. Hace varios años, una buena amiga ya me picó la curiosidad con sus elogiosos comentarios acerca de otro libro suyo, Corazón de Ulises, en el que hace un recorrido por Grecia, Turquía y Egipto, al que también tengo en mi lista de pendientes.


Roma es una de mis ciudades favoritas, a pesar de que solo he estado una vez y de eso hace ya demasiados años, espero volver algún día, pero gracias a la pluma de Reverte, ha sido como verse a una misma caminando por la ciudad, y además, en otoño, estación romántica por excelencia.

Tengo que decir que me da bastante envidia que haya podido vivir durante tres meses en la ciudad y además en un lugar que por su descripción tiene que ser muy bonito. En un apartamento dentro de la Academia de España en Roma.

Reverte sabe mezclar muy bien sus opiniones personales, y sus lugares favoritos, con la historia, y precisamente Roma es un lugar lleno de mucha historia y de rincones preciosos.

El repaso es monumental, empezando por sus iglesias predilectas, y el origen de ellas, o hablando de las joyas de arte que en ellas se encuentran, haciendo repaso de esos artistas tan conocidos como Miguel Angel, Rafael, Bernini y su éxtasis de Santa Teresa, o Caravaggio.

Luego se pasea por la larga lista de Papas que Roma, y ahora el Vaticano, ha tenido, desde los buenos Papas, a los que solo ambicionaban poder, o los que apoyaron el arte.
Y, como no, no se olvida de la Roma imperial y la república romana, hablando de César, de Marco Antonio, Augusto o Marco Aurelio. Y su querido Panteón:

"Fue hecho levantar por Agripa, en honor de su suegro Augusto, para celebrar la victoria de ambos sobre Marco Antonio y Cleopatra (...). Y en este 2013 se cumplen los 2.040 años de su construcción. Lo he visitado por la mañana, a mediodía, al anochecer, con frío y calor, con lluvia y con sol, bajo la luna y en noche cerrada."

Quiero terminar con esta frase, para mí tan esclarecedora:

"Aqui (Italia), se ama a la gente seria, como Michelangelo y Alberto Sordi, Raffaello y Sophia Loren, Leonardo y Marcello Mastroianni, Bernini y Caravaggio, Pier Paolo Passolini... y Vittorio De Sica, Vittorio Gassman y Roberto Rossellini, Anna Magnani y Silvana Mangano, Borromini y Federico Fellini, Fausto Coppi y Gino Bartali, y Giuseppe Verdi... y Luciano Pavarotti y Nino Benvenuti y Francesco Totti, y Valentino Rossi y Pietro Mennea... Total, nada."

Bueno, a Valentino Rossi lo quitaría de esta lista, personalmente.