sábado, 11 de febrero de 2017

La la Land, de Damien Chazelle (2016)



¿Como se hace para que yo salga de la sala del cine con una sonrisa? ¿A parte de la buena compañía?
Pues haciendo películas como esta.

Felicíto al director, Damien Chazelle, por su buen trabajo, por su creatividad y fantasía, además de ser el director, es el guionista, y también por haberse rodeado de gente con mucho talento, como la coreógrafa Mandy Moore que fue la encargada de todos los bailes tanto de la pareja protagonista, Ryan Gosling y Emma Stone, como del resto de bailarines que aparecen y créanme que son muchos.
Y por descontado, la música, fabulosa, compuesta por Justin Horwitz, que tiene el mérito de tener dos de sus canciones nominadas al Oscar, City of Stars y Audition. Personalmente, me encanta la de City of Stars, que ya se ha llevado el Globo de Oro, por otra parte.

Ryan Gosling nunca ha sido un actor que me inspire, pero tengo que admitir que cada vez lo está haciendo mejor, y aquí precisamente consigue encandilarme totalmente. Y es innegable la química que se respira entre él y Emma Stone. Confieso que me encantó su discurso de agradecimiento en los Globos de Oro. Y en cuanto a Emma Stone, tampoco es de mi agrado, pero hay que reconocerle su talento, y su carrera está subiendo y subiendo.



También me gustaría destacar el vestuario, y es que Ryan Gosling tiene una elegancia innata, vamos que ponga lo que se ponga lo hace con clase, pero quien me llama realmente la atención es ella, Emma Stone y sus vestidos, le quedan todos fantásticos, tienen un punto tirando a los ochenta y muy a menudo a los años cincuenta o sesenta, aunque sea una historia contemporánea.

A mí que me encanta el cine, me dió mucha envidia ver escenas de los personajes paseando por los estudios cinematográficos, y verlos caminar entre decorados completamente diferentes, de una peli del oeste a un decorado de los setenta, es algo que ojalá algún día y como turista pueda hacer.

Vamos a ver lo que le depara en los Oscar, porque por si todavía alguien no lo supiera aún, está nominada catorce veces, catorce.

En definitiva, aunque el musical no sea un género que guste a todo el mundo, merece muchísimo la pena verla, muy mucho, dejo aqui una imagen que quizá convenza a los escépticos de que hay que verla, es una película mágica.


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